Compasión Como Mecanismo de Afrontamiento
Alicia Assad, MAPP '08, Consejera de Salud, fue Miss New Jersey y Rockette de Radio City. Es madre de un hijo que ha sobrevivido a quemaduras, y alguien que ha sufrido varias pérdidas en embarazos. Está comprometida a escribir y hablar acerca de cómo aplicar la psicología positiva en tiempos de trauma y crisis, y de cómo esto puede llevar a la resiliencia y a la esperanza. Para más información, por favor, visita su página web, Crisis Hermosa (Beautiful Crisis). Biografía completa. Los artículos de Alicia se encuentran aquí.
Traducido por Ariana Morales
“La compasión no es un asunto religioso, es un asunto humano, no es un lujo, es esencial para nuestra propia paz y estabilidad mental, es esencial para la supervivencia humana” Dalai Lama
En mi reciente artículo Creciendo a través de la adversidad (Growing through Adversity), escribí acerca de 7 comportamientos de la psicología positiva que me ayudaron a sobrevivir algunas experiencias muy traumáticas. Gratitud, optimismo, auto-compasión, recordar que los demás importan, practicar la atención plena, encontrar caminos hacia la esperanza y ejercitar la resiliencia me permitieron sobrellevar la lesión por quemadura de mi hijo de dos años. Estos comportamientos me ayudaron a preocuparme por otro niño con un defecto de nacimiento que requería cirugía durante su primer año de vida. También me ayudaron a mantener la esperanza durante la pérdida en el segundo trimestre de otro bebé.
Mientras reconozco que soy más resiliente debido al crecimiento que tuve a través de estas adversidades, también estoy perturbada por un miedo profundo de que otro accidente terrible le pase a alguno de mis hijos. Es difícil mantener mi instinto de protección maternal de ir a toda marcha.
Ahora que estoy cerca del noveno mes de mi embarazo actual, me perturban mis memorias. Recuerdo haber estado 36 semanas en un embarazo de alto riesgo cuando necesitaba ayudar a mi pequeño hijo a afrontar el dolor terrible. Sí, él sobrevivió la lesión, pero si algo malo volviera a suceder, tal vez no seamos tan afortunados.
Siendo racional, sé que simplemente con estar embarazada otra vez no incrementa la probabilidad de que suceda un accidente, pero necesito reconocer todas mis emociones, incluso las negativas. Los aniversarios de los eventos traen ansiedad. Me sentí nerviosa en este embarazo mientras me acercaba al punto donde perdí a mi último bebe, estoy tensa de nuevo recordando el accidente de mi hijo, por tanto he quitado el polvo a mi diario de gratitud, practicado meditación con atención plena y apoyado en mis amigos y mi familia para obtener soporte. Cada intervención trae un momento de alivio, pero ninguno ha desencadenado una espiral ascendente de esperanza y optimismo. El construir estos comportamientos ha sido mi mejor defensa cuando mi ansiedad parece incontrolable. Con tres niños, asumí que nunca se me acabarían las cosas que organizar en mi hogar. Pero con el desorden más o menos despejado, mi ansiedad seguía.
Entra la compasión
Recientemente he descubierto algo más que me ayuda a mantenerme en calma: la compasión por los otros. Al principio noté que ocurría en orientación escolar de primer grado cuando asistía con otra mamá. Nuestros pequeños en algún punto compartieron el mismo defecto de nacimiento. Escuchar acerca de las dificultades que su hija todavía enfrenta me trajo un abrumante sentido de compasión. Para mi asombro, sentir compasión me liberó de mi propia ansiedad.
Desde entonces, mi vecino fue diagnosticado con un raro melanoma, el padre de un amigo estuvo en el hospital, otra amistad perdió a su madre y una joven madre sufrió un aborto. Un niño pequeño sufrió una quemadura en la guardería y una maestra, quien también es la madre de cuatro, fue diagnosticada con cáncer. Continué viendo que el sufrimiento y las oportunidades para la compasión estaban todas a mi alrededor.
Cada vez que sentía compasión por otros, encontraba que mi ansiedad se disipaba. Mi compasión también ha inspirado acciones de altruismo, como cocinar una comida, escribir una carta o enviar flores. Naturalmente, estos gestos vienen de la experiencia. Sé que es lo que calma el dolor porque recuerdo cuando estos actos de compasión me fueron concedidos. Estoy confrontada por la idea de que si yo experimento algo realmente difícil otra vez, habrá compasión para mí.
Entonces al enviar una tarjeta de condolencias, una donación a nombre de un niño en la unidad de quemados o flores a quien perdió a su madre, me siento mejor imaginándome que mi gesto los hizo sentir mejor, aunque sea por un momento fugaz. Me siento significativa. Tengo un propósito. Me olvido de mi propia preocupación inútil mientras espero que mi pequeño acto de compasión pueda encender una chispa de esperanza en alguien más como los pequeños actos alguna vez lo hicieron por mí. Justo como mi propia gratitud alguna vez creo una espiral ascendente de esperanza en una situación traumática, encuentro que la compasión me ayuda a alejarme de los fantasmas del trauma pasado.
¿Qué sabemos de la compasión como Mecanismo de Afrontamiento?
Esta es una nueva lección para mí, el experimentar compasión por el sufrimiento de alguien más alivia mi ansiedad. Usualmente pensamos en la compasión como un comportamiento estimulante que es beneficioso para el que sufre. ¿Pero qué pasa con los beneficios de quien está extendiendo la compasión a alguien más? Esta pregunta me inspiró a buscar investigaciones que soportaran el concepto de compasión como un mecanismo de afrontamiento.
Emma Seppala crea un interesante resumen de la ciencia que muestra por qué la compasión es saludable. Seppala apunta a líderes en el campo de la psicología positiva, Ed Diener y Martin Seligman, quienes sugieren que conectar con otros de una manera significativa nos ayuda a disfrutar de una mejor salud mental y física y acelera la recuperación de enfermedades.
Más a fondo, la investigación hecha por Stephanie Brown en la Universidad de Stony Brook y Sara Konrath en la Universidad de Michigan, muestran que inclusive experimentar compasión puede aumentar nuestra esperanza de vida.
Con la intención de contestar la gran pregunta de por qué tener vidas de compasión es bueno para nosotros, Seppola revela que:
- El acto de dar parece ser tan placentero, si no más, que el acto de recibir. Esto es real incluso con niños pequeños.
- Las personas que viven vidas ricas en compasión, altruismo y significado tienden a experimentar menos inflamación.
- El estrés predice la mortalidad en aquellos que no ayudan a los demás. Entonces parece que la compasión hace de amortiguador contra el estrés.
- La depresión y la ansiedad están ligadas al enfoque en el yo. Entonces la compasión aumenta el ánimo al cambiar la atención hacia otros.
- La compasión tiende a incrementar nuestro sentido de estar conectados a los demás. Conexiones sociales fuertes se han relacionado con la longevidad, sistemas inmunes resistentes y una recuperación más rápida tras una enfermedad.
- Las personas que se mantienen conectadas también parecen tener menor grado de ansiedad y depresión.
Dada la naturaleza contagiosa de la compasión, nos queda la idea de que los actos de compasión pueden cambiar el mundo.
Cicatrices y Compasión
Mi hijo ha sido forzado a hablar de sus cicatrices porque otros niños le hacen preguntas. Pero mis cicatrices son internas, por lo que puedo elegir entre hablar de ellas o no. Cuando lo hago, es por compasión a otros quienes han afrontado algo difícil y se sienten atorados, tal como yo me sentí. Le digo a mi hijo que sus cicatrices significan que en una ocasión fue valiente. Ahora, estoy empezando a ver que mis cicatrices me hacen más compasiva.
Como cualquiera que ha sobrevivido a algo difícil sabe, el proceso de recuperación no es un camino recto. Mientras estuve navegando los recientes giros en el camino, la compasión ha sido mi forma más efectiva para mantenerme en calma. También ha renovado mi esperanza de que independientemente de lo que pase en el futuro, encontraré una manera de sobrevivir.
Referencias
Assad, A. (2015). Growing through adversity. Positive Psychology News.
Seppala, E. (2015). The compassionate mind: Science shows why it’s healthy and how it spreads. Association for Psychological Science Observer. Includes many references to research on this topic. Ends with a discussion of CCARE:
“The Center for Compassion and Altruism Research and Education (CCARE) at Stanford University School of Medicine was founded in 2008 with the explicit goal of promoting, supporting, and conducting rigorous scientific studies on compassion and altruistic behavior.”
Image credits:
The two pictures of the Assad family were taken by photographer Jennifer LoRe Muller.
The picture of the bouquet was taken by the friend that received it and is used with permission.
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