Dos Nuevos Puntos de Vista Sobre la Indefensión Aprendida
Dwayne Allen Thomas, MAPP '16, es abogado y maestro en Psicología Aplicada por la Universidad de Pensilvania y graduado en 2016. Fue premiado con el Chris Peterson Memorial Fellowship por la Asociación de Alumnos de MAPP. En su página de Facebook e su LinkedIn se puede ver más información sobre lo que ha escrito. Los artículos de Dwayne se pueden encontrar aquí.
.Traducido por Ariana Morales
Hace cincuenta años, Steven Maier y Martin Seligman presentaron la indefensión aprendida, teorizando que los animales podían aprender que sus acciones no afectaban los resultados. Una vez que aprendían que no importaba nada de lo que hicieran, los animales dejaban de intentar escapar. Esto se mantenía cierto inclusive cuando escapar era posible.
La teoría estaba al revés
Hoy, Maier y Seligman dicen que lo tenían todo al revés. Los animales no aprenden a ser pasivos. Más bien, la pasividad es una respuesta inadaptada, estándar hacia eventos aversivos extendidos. Los animales superan esta pasividad mediante el control del aprendizaje y la expectativa de control media las respuestas futuras de eventos aversivos.
Su opinión revisada resulta de la investigación neuro-científica. En los 90s, Maier, ahora un neurocientífico, notó que los déficits de indefensión se expresaban como respuesta a pelear o huir o como miedo exagerado y respuestas de ansiedad. Comenzando por aquí, él y sus colegas empezaron a investigar algunos de los circuitos neuronales que regulan nuestras respuestas de pelear/huir y miedo/ansiedad.
Maier y colegas aprendieron que ambos shocks escapable e inescapable activaban el núcleo dorsal del rafe (NDR), una parte del cerebro conectada a ambos circuitos de pelear/huir y miedo/ansiedad. Sin embargo, cuando la corteza prefrontal ventromedial (CPFvm), parte del cerebro asociada con el procesamiento de riesgos, detecta shocks escapables, inhibe el NDR y apaga los efectos del shock. Maier y Seligman nombraron al circuito creado entre el NDR y CPFvm como el circuito de la esperanza, señalando que la esperanza es probablemente la mejor defensa contra la indefensión. La esperanza se define en la teoría de la atribución como la expectativa de que los futuros malos eventos serán temporales, locales y controlables. Hay, sin duda, mucho más trabajo por hacer, pero Maier y Seligman esperan que estas nuevas ideas sean útiles para los investigadores y los profesionales.
La teoría estaba incompleta
Mientras tanto, en el verano en que Maier y Seligman publicaron sus hallazgos, yo me encontraba escribiendo mi culminación. Ahí, teoricé que la teoría de atribución de Abramson, Seligman y Teasdale estaba incompleta. La teoría de atribución considera la indefensión en los humanos. Postula que cuando los seres humanos nos damos cuenta de que estamos indefensos, tratamos de asignarlo a una causa. Nuestras respuestas automáticas determinan si experimentamos déficits de indefensión, qué tan fuertes son y cuánto van a durar.
Yo postulo que al menos algunas de estas respuestas no son automáticas. En vez, son aprendidas a través de transmisiones culturales. Para los antropólogos, la cultura es información adquirida de otros de manera consciente e inconsciente que puede afectar nuestro comportamiento. Aprendemos esta información a través de las enseñanzas, imitación y otras formas de transmisión social. A través del tiempo, el comportamiento aprendido se convierte en automático conforme pasa a nuestra memoria a largo plazo. Esto nos permite comportarnos más fácilmente de una manera valorada por la sociedad.
Afirmo que al menos algunas de nuestras explicaciones de atribuciones no son automáticas sino aprendidas a través de este mecanismo. Por lo tanto, es probable que partes significativas de una población experimenten déficits de indefensión si se encuentran sujetas a estímulos aversivos que no causan déficits similares en otros. Estos hallazgos poseen interesantes posibilidades para el futuro de la investigación sobre indefensión. La expectativa de control es un ingrediente clave en si una persona experimenta déficits de indefensión.
Varias poblaciones, como en aquellas que viven en pobreza, están marcadas por las expectativas de que ellos no controlan su futuro. Ayudando a las personas en estas poblaciones a ver que tienen mayor control de lo que creen podría ser el primer paso en ayudarlos a lograr mejores resultados.
Referencias
Maier, S. F., & Seligman, M. E. P. (2016). Learned helplessness at fifty: Insights from neuroscience. Psychological Review, 123(4), 349-367. doi: 10.1037/rev0000033
Peterson, C. & Seligman, M. (2004). Character strengths and virtues: A handbook and classification.. Oxford: Oxford University Press.
Seligman, M. E. P. (2006). Learned Optimism: How to Change Your Mind and Your Life. 2nd Edition. New York: Vintage.
Thomas, D. (2016). Channeling the River: Using Positive Psychology to Prevent Cultural Helplessness, as Applied to African-American Law Students. MAPP Capstone.
Créditos de las fotografías: Flickr via Compfight con Creative Commons license
Brain cortesía de A Health Blog