Cómo Preparar un Pastel de “Flow”
Gloria Park, MAPP '06, es estudiante del doctorado in Exercise and Sport Psychology en Temple University. Actualmente trabaja como coordinadora del programa del Children's Hospital de Philadelphia, y es instructora assitente del Master of Applied Positive Psychology Program en la University of Pennsylvania. Biografía completa.
Sus artículos anteriores en inglés están aquí. Y también puedes encontrar sus otros artículos traducidos al español aquí.
Positive Psychology News Daily, NY (Gloria Park) – 8 de febrero, 2007, 1:22 pm
Traducción: Elena Fernández
¿Te has encontrado realizando una actividad en la que estás tan inmerso y concentrado que las horas pasan y sientes que sólo lo has hecho por minutos? ¿Has tenido la experiencia de sentir que la acción y la consciencia se combinan en un solo estado fluido?
Esta experiencia se llama Flow o experiencia óptima y puede ser un camino hacia la felicidad, el bienestar y además hacia la vida placentera y la vida con significado. Según el Dr. Mihaly Csikszentmihalyi, el mundo es un espacio que está lleno de una conmoción caótica producida por distintos estímulos. El encontrar y dar orden al universo y el estar ocupado con el mundo que nos rodea es esencial para la experiencia de Flow, así como para facilitar la buena vida. “Visto a través del lente de la experiencia de Flow, una buena vida está caracterizada por una completa absorción en lo que uno hace”.
El Flow está caracterizado, con frecuencia, por una sensación de que el tiempo y el espacio están distorsionados, donde el yo y el medio ambiente dejan de existir en la percepción consciente, las tareas se realizan sin esfuerzo aparente, y una inmersión total en el presente, permite largos períodos de concentración con un esfuerzo mínimo. Lograr el estado de Flow se parece a lograr un equilibrio delicado entre perder el control de ciertas variables, mientras se ejecuta un control perfectamente orquestado sobre otras, requiere un control inconsciente y un rendirse consciente. Las experiencias de Flow también son autotélicas, es decir, intrínsecamente divertidas y satisfactorias. Implica sentirse consumido por lo que se realiza hasta dejar de existir en la ecuación.
El Flow es una parte consciencia, otra atención y dos partes magia; la buena noticia es que la posibilidad de experimentar este enigmático estado del ser puede aumentar si se presentan ciertas condiciones . Primero, tienen que estar presentes un equilibrio entre reto y habilidades. Este balance es uno de los ingredientes fundamentales para llegar a los estados de Flow y se encuentra en la intersección donde tus habilidades y competencias se igualan a los retos. La actividad debe de ser un reto lo suficientemente grande para expandir tus límites, pero no tan fácil para que ésta sea aburrida.
Otros dos ingredientes necesarios para conseguir el estado de Flow son: objetivos claros y retroalimentación exacta. Tener un objetivo claro y cercano te facilitará atender al estímulo pertinente del ambiente que te ayudará a lograr lo que buscas. La retroalimentación exacta provee información sobre el progreso hacia la obtención del objetivo, y además sirve como un importante agente de motivación que te mantiene en movimiento hacia la meta.
Pero, desafortunadamente, ni siquiera con todos los componentes en su lugar, se puede garantizar que vayas a tener la experiencia de Flow. Sin embargo, existen ciertas actividades que conducen de forma específica a experimentar esta sensación, como realizar algún deporte o tener actividad física. Yo me gradué recientemente del programa MAPP y como estudiante del doctorado de Psicología del Deporte y el Ejercicio, estuve feliz de saber que Csikszentmihalyi descubrió que aquellos que practican deportes tenían más probabilidad de tener la experiencia de Flow que los que ejercen cualquier otra profesión, ya que ésa actividad provee un reto de forma intrínseca, proveyendo la incubadora ideal para el Flow. La razón que explica el porqué el deporte es tierra fértil para el Flow se debe a que los retos inherentes nunca están claramente definidos. Los retos cambiantes (físico, mental, técnico, del medio ambiente o el cumplir con los requerimientos nutricionales y energéticos) proveen de un sinnúmero de oportunidades que llaman a los atletas a la acción, mientras que las habilidades (y la confianza en ellas) siempre tienen espacio para crecer.
Si eres un fan del deporte, estoy segura de que has estado cautivado al presenciar a un atleta dando su máximo rendimiento, cuando parece que se mueve con poco o ningún esfuerzo, en forma perfecta con gracia y agilidad. Estos momentos son importantes para los atletas para poder construir mapas del camino para futuros rendimientos máximos, a los que comúnmente se les llama “estar en la zona” o “en la onda”. Para atletas de la elite, las implicaciones del Flow son enormes ya que frecuentemente acompañan sus victorias más profundas y significativas. El Flow juega un papel en el hecho de cultivar la excelencia al ofrecer un portal a una infinidad de posibilidades al cuerpo y al espíritu humano. A los atletas que tienen la suerte de experimentarlo, les da una probada de su potencial para la excelencia.
¿Qué es lo que quiere decir esto, para el resto de nosotros? Aún cuando es muy importante para muchos el ser exitosos en sus deportes respectivos, el disfrutar y apreciar la actividad tiene valor por sí mismo, algo que los atletas de competencias a veces olvidan. En última instancia, la satisfacción que da una experiencia deportiva viene del proceso y del reto, más que del resultado. En este sentido, el ganar o perder es verdaderamente irrelevante, y al experimentar el estado de Flow (tanto en una escala pequeña como grande) podemos todos derivar beneficios, tener la experiencia estética del deporte, y maravillarnos en la gloria de la participación deportiva, sin tener que pararnos en un podio olímpico. Como lo presentó mi colega John Yeager en un envío anterior, el deporte y la actividad física pueden ser un vehículo para la felicidad. El desarrollo de un estilo de vida activo en la búsqueda de las experiencias de Flow nos puede ayudar a crecer como seres humano y a permitirnos disfrutar este aspecto de la buena vida.
Para aprender más sobre Flow y el Flow en los deportes, se sugieren las siguientes lecturas:
1. Nakamura, J. & Csikszentmihalyi, M. (2005). The concept of flow. Snyder, C. R., & Lopez, S. J. (Eds.), Handbook of Positive Psychology. pp. 89-105. New York: Oxford University Press. ISBN: 0195182790
2. Jackson, Susan A. & Csikszentmihalyi, M. (1999). Flow in Sports: The Keys to Optimal Experiences and Performances. Human Kinetics, 178 pp. ISBN: 0880118768
3. Csikszentmihalyi, M. (1990). Fluir (Flow): Una psicologia de la felicidad (Spanish Edition). Editorial Kairos; Tra edition (June 1, 2005).
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