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Apertura hacia la bondad

By on 20/07/2015 – 09:15  No Comment

Homaira Kabir practica psicología positiva en Muscat, Oman. Se dedica a inspirar a mujeres a vivir sus vidas de una manera plena, con propósito y con bienestar. Apoya también a adolescentes mediante programas para secundaria. Los escritos de Homaira han aparecido mundialmente en los medios de comunicación. Actualmente está terminando su MAPP en UEL. Página web. Su biografía completa aún está pendiente. Para conocer otros artí culos escritos por Homaira en Positive Psychology News, da click aquí. Planea escribir mensualmente; sus artículos salen el día 7 de cada mes.



Traducido por Ariana Morales.

Mi hija mas grande regresó a casa hace un par de semanas. Llegó de su primer año de universidad en Montreal. La había extrañado terriblemente. Había anhelado abrazarla, tenerla acostada en mi regazo, peinar sus largas trenzas. Y ahora está verdaderamente aquí…
   Rather text her friends... El desfase de horarios le afectó los primeros días. Mientras su cansancio se desvanecía, busqué por señales de la hija que había dejado atrás hace menos de un año, la niña que amaba descansar su cabeza en mi hombro, quien incondicionalmente apoyaba cada palabra que decía, quien se reía gozosa de mis chistes. No la encontré en la persona adulta frente a mí, quien expresaba sus propias opiniones, prefería la soledad en vez de estar en la compañía de sus ruidosos hermanos y quien encontraba confort en los textos de sus amigos en lugar de en el regazo de su madre.

Estaba herida. Sabía que nuestros hijos eventualmente volarían del nido familiar. Pero nadie me había dicho que regresarían como personas diferentes. Encontré difícil aceptar el cambio en ella y mi mente peleaba contra esto. Mi abogada interna trabajaba tiempo extra, especialmente a altas horas de la mañana, recolectando evidencias que justificaran mi herida. Hume estaba en lo correcto cuando dijo que la razón es esclava de la pasión. La pasión alimentó mi herida incansablemente y la comenzó a transformar en enojo. Como sirenas a todo volumen junto a mis oídos tapados por mis manos, la voz del enojo penetraba mi mente y mantenía mis pasiones vivas.

Dirigí mi atención hacia mi tapete de conciencia plena para encontrar alivio.
Wild animal

En las habitaciones ininterrumpidas de la soledad, era más fácil lidiar con el ataque. Dejé que su sonido y estruendo se apoderaran de mí. Tomó tiempo, pero eventualmente todo se calmó. Después, como la aparición de un animal salvaje, en la quietud del momento mis conflictos internos me hablaron. En sus imágenes fugaces, me di cuenta que mi malestar y enojo no eran en absoluto por mi hija. Ella había despertado mi niña interna y encendido mis miedos, los cuales había mantenido escondidos por mucho tiempo.

Traté de descartar esta idea, y mi mente racional volvió a aparecer, haciéndome dudar de la presencia efímera de mi alma. Pero en mis momentos más silenciosos, regresó a mí, más fuerte, más vívida, más audaz. Me vi cuando tenía seis años sentada sola mientras todos jugaban. Me vi a mis sesenta años en el futuro esperando la visita de mi hija sin que llegara nadie. ¿Era un miedo personal de rechazo o una necesidad cultural del amor eterno de un hijo? Quizá fueron ambos, pero no necesité escavar más lejos. Una vez escuchada, mi niña interior parecía haberse calmado.

Habiendo hecho su aparición, el animal salvaje dentro de mí, dio media vuelta y se fue en silencio, hacia la obscuridad y profundidad de la jungla de donde salió.

Time to let them goTodos tenemos nuestras pequeñas burbujas de miedos descansando en la profundidad de nuestro subconsciente. Las relaciones con nuestros hijos nos llevan de nuevo a esas burbujas. Si revientan, corremos el riesgo de dejar una cicatriz en nuestros preciados bebés y afectar sus propios estilos de criar a sus hijos en el futuro. Mirando hacia adentro, tenemos también la posibilidad de desinflar nuestros miedos y desaparecerlos, simplemente tras reconocer que alguna vez nos sirvieron, pero ahora es tiempo de dejarlos ir.

Dado a las implicaciones generacionales de nuestras acciones, creo que, como padres, tenemos la responsabilidad de buscar dentro de nosotros el bagaje del pasado que cargamos con el fin de entender nuestras reacciones y frenar el deseo de controlar las vidas de los jóvenes. Pero hay otra razón. Cuando actuamos por miedo, reprimimos la capacidad de conectar con nuestra propia bondad. Perdemos fe en la compasión, el altruismo y en el profundo deseo de hacer un cambio significativo en las vidas de otros. Estoy aprendiendo a ver que mis miedos se ven conformados por mis circunstancias y a tener compasión por esa parte de mí que ha estado tanto tiempo escondida. Estoy empezando a reconocer mis reacciones como basadas en estos miedos y a perdonarme por ser humana, para así, poder embarcar en el viaje hacia el cambio. Estoy reconectándome con mi propia bondad y empezando a adoptar aquellas partes que en mí quieren amar incondicionalmente y aceptar sin juzgar.

Love, Love, Love¡Quisiera decir que esto es fácil! En incontables momentos he recaído, debo recordarme que el cambio es un trabajo de toda la vida y que a nadie se le ha prometido un viaje tranquilo. Pero cada día tengo la recompensa de la gratitud que siento por la presencia de mi hija en mi vida, por la compasión que tengo sobre las luchas que ella afrontó sola y la admiración que siento por la fortaleza con la que las superó.

Al hacerlo, espero que esté enseñándole a valorar su propia bondad, para que pueda encontrar la manera de vivirla. Nuestro mundo necesita más de esta bondad. Los miedos, sin duda, nos han traído hasta aquí en nuestra evolución. Pero también han dado surgimiento a los miles de desafíos que enfrentamos hoy. El difícil viaje por delante requiere un acercamiento distinto, uno que esté basado en la bondad de otros la cual tendemos a tomar por sentado y en la bondad de nuestro propio ser que constantemente olvidamos alimentar. Ya no es una opción de sentirse bien. Nuestra supervivencia depende de ello.

 

Referencias

Lueke, A. & Gibson, B. (2014). Mindfulness Meditation Reduces Implicit Age and Race Bias: The Role of Reduced Automaticity of Responding. Social Psychological and Personality Science. doi: 10.1177/1948550614559651 Abstract

Neff, K. D. (2011). Self-Compassion: Stop Beating Yourself Up and Leave Insecurity Behind. New York: HarperCollins.

Keltner, D. (2009). Born to Be Good: The Science of a Meaningful Life. New York: W. W. Norton & Co.

Palmer, P. J. (2004). A Hidden Wholeness: The Journey Toward an Undivided Life. San Francisco: John Wiley & Sons.

Imágenes
Texting cortesía de TheRealMstiles
Wild animal cortesía de fortherock
Blowing away cortesía de John Liu
Heart cortesía de Anita Hart

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