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Buceando en la Vulnerabilidad

By on 01/12/2015 – 06:15  No Comment

Homaira Kabir practica psicología positiva en Muscat, Oman. Se dedica a inspirar a mujeres a vivir sus vidas de una manera plena, con propósito y con bienestar. Apoya también a adolescentes mediante programas para secundaria. Los escritos de Homaira han aparecido mundialmente en los medios de comunicación. Actualmente está terminando su MAPP en UEL. Página web. Su biografía completa aún está pendiente. Para conocer otros artí culos escritos por Homaira en Positive Psychology News, da click aquí. Planea escribir mensualmente; sus artículos salen el día 7 de cada mes.



Traducido por Pilar García

Cuando los niños eran pequeños y la vida se sentía como una agotadora cinta de correr, muchas veces me hubiera gustado que hubiesen crecido con un broche de oro de una varita mágica. Ahora que son mayores y los momentos de angustia mental han sustituido al desgaste físico, añoro esos días cuando se lavaban los dedos regordetes y se cepillaban bien los dientes – eran los temas mas polémicos de mi agenda. Incluso mi hijo menor ya no necesita a mamá para peinar sus cabellos sedosos o leerle un cuento antes de dormir.

La vida con adolescentes (y aspirantes) es como estar en un lighthousepuesto permanente en un faro, la mayoría de los padres con adolescentes estaría de acuerdo. Estamos en una conversación mental interminable de dónde están, con quién están,  qué están haciendo, ¿Cómo lo puedo saber? ¿Cómo voy a responder? ¿Cómo van a responder? Y así sucesivamente en un desesperado deseo de evitar el peligro y acumular recursos.

Los instintos maternales

Ojalá los instintos maternales tuviesen fecha de caducidad, y fuese ¡mucho antes que la propia! Trato de mantener el control de mi deseo de ser como la mamá helicóptero de la vida mis hijos, me he abstenido, en su mayoría, en cuanto al perfeccionamiento de sus proyectos y la mano que les sujeta en sus tareas. Pero cuando se trata de amigos, enemigos, las relaciones y los diferentes tipos de experiencias que construyen la resistencia emociona, me encuentro a menudo con el deseo inconsciente de ser el yeso antes de que esté muy roto.
Sé que no es bueno. La investigación muestra que el sufrimiento conduce al aprendizaje y el crecimiento. Las personas aprenden lecciones que ninguna situación adversa les puede inculcar cuando pasan alrededor de ella de puntillas. Pero es tan difícil mantenerse al margen y ver a nuestros niños cuando flaquean y se caen, sin prisa por ir a happily-ever-aftersanar su dolor. Es difícil que puedan sufrir el dolor de la confusión emocional si los transportamos al “felices para siempre” del final.

El dilema

He experimentado esto (de nuevo) en la última semana como mi antigua yo luchando con un problema grave de consecuencias graves con su compañera de habitación. La solución según el consejo de la familia, consejero y abogado eran igualmente útiles para estos hechos. Mi hija tuvo que conseguir a su compañera de habitación para poder salir de cualquier posible medio legal. Pero los hechos pueden trivializar las complejidades de la experiencia humana. Cuando estuvo obligando a su compañera de habitación para irse, mi hija estaba potencialmente incitando la ira de un individuo muy perturbado.

Se volvió hacia mí en busca de ayuda mientras luchaba con su decisión. Tenía ganas de relevarla de su angustia, pero a decir verdad, yo misma estaba luchando por encontrar la respuesta correcta. Anhelaba encontrar mayor claridad, pero no la hallé.

En retrospectiva, era una cosa buena. Si supiera qué hacer, seguramente me habría arrojado a mí misma al medio, y hubiese intentado arreglarlo todo antes de que mi hija tuviese la oportunidad de aprender de su experiencia. Vivimos en lo que Brené Brown llama “una Edad de Oro de la insuficiencia”, donde nos asombramos de las historia de recuperación, pero pasan por alto la larga y oscura lucha que precede al final idílico. Como resultado tenemos poca tolerancia para los momentos de caos, dolor y quebranto que son una parte del viaje. Cuando se trata de nuestros hijos, la tolerancia es próxima a cero.broken

Mientras veía su lucha, dudaba de mí misma cien veces. ¿Sería capaz de salir de esto? ¿Podría sufrir como consecuencia? ¿Puede que piense que la tenía bajo control? ¿Me juzgarán los demás por no hacer lo legalmente correcto? Todos estos temores estuvieron en mi mente, implacables, acusando, ásperos. En mi incapacidad para arreglar el mundo, me derrumbé y me sentía rota.

Tal vez eso también fuese algo bueno. Para cuando me di cuenta de mi quebrantamiento, los temores que albergaba, la fragilidad de mis capacidades, el vacío de mis poderes, sentí mi propia vulnerabilidad. A través de esta vulnerabilidad, a través de darme la licencia para fallar, fui testigo de la paradoja de la naturaleza humana. No he podido sacar la diferencia, sin embargo, sigo de pie con los brazos extendidos. He tenido problemas con mis propios miedos al fracaso y al juicio, pero sin embargo, sigo totalmente abierta a todas las posibilidades. Vivía con mi propio quebrantamiento, pero esperanzada para sacar lo mejor de mi hija. Cuanto más he aceptado las verdades opuestas dentro de mí, más me he convertido en algo nuevo.

Necesitaba dejar que lo mismo sucediese con mi hija. Necesitaba dar un paso atrás conscientemente, por lo que así también ella podría ser testigo de su quebrantamiento. Necesitaba darle el espacio para experimentar la agitación dentro de ella para que también pudiese abrazar su plenitud.

Es necesario un cambio de imagen al instinto maternal

maternal-instinctsLos instintos maternales del siglo XXI necesitan un cambio de imagen, nuestros hijos ya no necesitan los impulsos de protección que se desarrollaron en las vastas capas de nuestros antepasados cazadores-recolectores. En cambio, necesitan de nuestra fuerza emocional para mantenerlos a lo largo de sus luchas, de pie en la orilla ya que hacen su camino fuera de las aguas oscuras y sombrías de la adversidad.

Este tipo de amor desinteresado es mucho más duradero que el chófer que no tiene fin de su jornada de trabajo, de sentarse fielmente a ver los recitales y actuaciones, de entretener y jugar en fechas señaladas y la planificación de exquisitas fiestas de cumpleaños.

Requiere que nos sentemos con nuestras incertidumbres y temores y sin embargo, asegurar a nuestros hijos que no están solos. Requiere que nos abstengamos de la tentación de querer  sanar las grietas y las fisuras para hacer su vida perfecta. Requiere que contengamos nuestros impulsos y deseos y vivir con la esperanza de crear algo mucho más hermoso que la perfección.

Un ser esperanzado y completo.


Referencias

Brown, B. (2015). Rising Strong. Spiegel & Grau.

Palmer, P. J. (2004). A Hidden Wholeness: The Journey Toward an Undivided Life. San Francisco: John Wiley & Sons.


Image Credits

Cape May Lighthouse Full Moon courtesy of Joseph Evangelista and the Mid-Atlantic Center for the Arts & Humanities (MAC)
Happily ever after courtesy of Steve Snodgrass
Maternal instincts courtesy of Gareth Williams
Broken glass courtesy of Nesster

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