El perdón o la venganza ¿cuál es la respuesta?
Louisa Jewell, MAPP '09, es presidenta del Positive Matters es asesora y conferencista que trabaja con diversas organizaciones alrededor del mundo para desarrollar lideres positivos y nutrir a los equipos productivos. Si desea escuchar los podcast de Louisa en podcasts on positive matters, recolectados de un programa de radio. Su biografía completa está aquí. Sus artículos en inglés están aquí. Y también puedes encontrar sus otros artículos traducidos al español aquí.
Traducido por Regina Ontiveros
El domingo pasado asistí a la ceremonia anual del fuego en mi iglesia local. En esta ceremonia cada participante quema un pedazo de papel que contiene un breve relato de una situación que quisiera dejar atrás y enciende una vela por una nueva esperanza para el año venidero. Reflexioné acerca de lo que quería dejar atrás y lo escribí en el papelito que la iglesia nos proporcionó. Me forme en la línea mientras observaba como los demás asistentes hacían lo propio con su papelito. Cuando llego mi turno deposité mi papel mientras el fuego lo quemaba lentamente hasta que se consumió. De esa manera sentí como el lastre que llevaba cargando por años desapareció.
¿Perdonar o no perdonar?
En mi papelito escribí algo que llevaba cargando por más de doce años. Un familiar muy cercano me lastimó muy fuerte. Por mi salud y mi felicidad decidí perdonarla completamente siendo compasiva hacia ella. Comprendí porqué hizo lo que hizo y la perdoné – no porque sintiera que ella había hecho lo correcto, lo hice por mi, para dejarlo ir. Durante años el perdón no me ofreció ningún alivio y constantemente me cuestionaba si perdonar era lo correcto en esa situación. Ese fue el momento en el que comencé a escarbar en el lado negativo del perdón. Quiero decir ¿Existe alguna ocasión en la que perdonar no tiene sentido?
Ahora sé que el postulado de que el perdón puede tener consecuencias negativas va en contra de una extensa investigación que muestra una gran cantidad de efectos positivos al perdonar. De hecho, una docena de estudios realizados sobre del perdón claramente dan la impresión que perdonar es siempre la respuesta correcta para el bienestar personal. Pero como con cualquier virtud, creo que el mejor uso de éste es la moderación. Por un lado, no tener la capacidad para perdonar te puede llevar a la soledad y al aislamiento y por el otro, utilizar el perdón de manera indiscriminada puede lastimarte y deteriorar tu autoestima. El mejor uso del perdón es saber cómo y cuándo usarlo.
Más allá de la venganza
No justifico la violencia para resolver ningún problema pero he estado intrigada en el debate sobre la venganza de Michael McCullough´s en su libro Beyond Revenge. Él argumenta que la venganza no es una enfermedad que debe ser erradicada, sino que es un comportamiento natural del ser humano que ha servido a un propósito evolutivo.
McCullough se pregunta “¿Por qué una especie como el Homo Sapiens adoptaría un comportamiento costoso como la venganza a menos que estuviera asociada con algún beneficio?… ¿Qué mantiene a la venganza en el repertorio conductual de los seres humanos? McCullough presenta tres razones:
- Disuadir el daño. Si me lastimas, mi mente activará un mecanismo de venganza que querrá lastimarte. Con esto será menos probable que la persona que me lastimó lo vuelva a hacer.
- Si te lastimo y tú me lastimas de regreso, estás enviando un mensaje a tu comunidad “no te metas conmigo, por que te regreso el daño.” Esto marca la pauta de lo que es un comportamiento aceptable en la sociedad.
- La venganza parece ser importante para fomentar la cooperación dentro de una sociedad. ¿Cómo surgieron las civilizaciones? Si la gente castiga el comportamiento egoísta, con esto se puede lograr que las personas cooperen para conseguir el bien común.
Las terribles consecuencias
McCullough no habla de la venganza como una forma de satisfacción, sino como un modo de imponer una consecuencia a las personas que cometen transgresiones. Por ejemplo, a la persona que viaja en el metro de manera gratuita se le impone una multa. La mujer que decide abandonar a su marido cuando ha sido victima de maltrato. ¿Si no se aplican consecuencias quién va a detener al transgresor de volver a cometer otra violación?
Entonces ¿será que las investigaciones nos den una guía para saber si la respuesta es el perdón o la venganza?
En un estudio publicado en el 2008, Mc Nulty demostró que aquellas parejas que eran mas tolerantes con su compañero cuando éste rara vez se comportaba negativamente experimentaban mayor satisfacción marital. En cambio las parejas que eran más tolerantes con su compañero cuando éste por lo general se comportaba negativamente experimentaban un descenso agudo en la satisfacción marital. Este estudio demostró que en ciertas ocasiones perdonar produce consecuencias negativas para quien perdona. Por lo tanto para saber si las consecuencias de perdonar son positivas o negativas depende del comportamiento subsecuente del infractor.
Explorar los inconvenientes de perdonar.
Luchies, Finkel, McNulty y Kumashiro realizaron varios estudios para explorar el lado negativo del perdón. En una serie de investigaciones longitudinales demostraron que perdonar tenía un efecto sobre la autoestima y el respeto hacia uno mismo. Este efecto depende de las circunstancias en las que el agresor haya actuado, de la seguridad y el valor que la victima siente estando con el vulnerador.
Perdonar puede reforzar la autoestima y el respeto hacia uno mismo si el comportamiento del agresor indica que la victima estará segura y será valorada en la relación. Por ejemplo, cuando el infractor después de actuar negativamente modifica su comportamiento y promete que nunca más se comportará de la misma manera.
Los investigadores descubrieron que perdonar disminuye la autoestima y el respeto hacia uno mismo cuando el agresor no demuestra arrepentimiento y no proporciona un sentimiento de seguridad a la víctima.
Cuando una persona es incapaz de levantarse por si sola es probable que su autoestima y el respeto hacia si se encuentren deteriorados. A esto se le llama “El efecto tapete” y los investigadores nos brindan el siguiente consejo: Si la relación es segura y la victima es valorada entonces perdona; pero si el agresor no da indicios de que la relación sea segura para la victima y ésta no es valorada, entonces no perdones.
En mi opinión así es como perduran las relaciones de abuso. Las personas perdonan a pesar de que el abuso continua. No creo que las represalias sean la respuesta, pero las víctimas deberían levantarse por si solas e imponer consecuencias no violentas hasta que el abusador vea la luz. Una vez que el comportamiento del vulnerador es seguro, entonces el perdón se convierte en una herramienta poderosa para soltar las trasgresiones del pasado y lograr los beneficios. Por lo tanto es importante mantener el respeto hacia uno mismo para no sentirse como un tapete pisoteado.
¿Cuándo el perdón intensifica el respeto hacia uno mismo?
Para poder entender las condiciones en las que el perdón reconstruye o deteriora la autoestima y el respeto hacia uno mismo se debe tener muy en claro cuales son las factores que intervienen en la decisión de perdonar.
Así como la venganza puede tener algún propósito, perdonar también es importante para la evolución y el mantenimiento de las relaciones sociales primordiales para la supervivencia humana.
Si quieres tener relaciones positivas dentro de un grupo o un equipo es indispensable tener un mecanismo psicológico que te permita eliminar la mala voluntad. Será muy complicado conservar relaciones valiosas si no te liberas de los agravios pasados cometidos en tu contra.
Estamos mecanizados para pedir perdón, pero McCullough indica que es importante conocer cuales son los ingredientes que encienden el motor para perdonar y con esto tener más control sobre él. Si comprendemos lo que activa la venganza o el perdón, entonces podremos crear entornos que posibiliten la puesta en practica del perdón.
Para McCullough, existen tres elementos que activan el instinto de perdonar:
Seguridad.- Las personas tienden a perdonar a aquellos en quienes confían que no volverán a dañarlos.
Valor.– Cuando son relaciones duraderas y de gran valor para la victima.
Compasión y cuidado.- Tendemos a perdonar con mas facilidad a aquellos por los que sentimos compasión o a quienes nos han lastimado sin intención.
Si podemos crear este tipo de ambiente en nuestro hogar, el trabajo o en nuestra comunidad, veremos como el perdón comienza a desarrollarse. Tengo que decir que perdonar siempre había sido la respuesta para mí, con la única excepción que ustedes ya conocen y definitivamente estoy más feliz de haberlo hecho. Me di cuenta que era importante para mi perdonar a alguien que durante años me había lastimado intencionalmente y que nunca tuvo la intención de reconciliarse a pesar de mis esfuerzos para recomponer la relación. Esto tuvo efectos devastadores sobre mi autoestima y en el respeto hacia mi misma, hasta que finalmente fui capaz de levantarme y declarar que no aceptaría nunca más este tipo de comportamientos en mi vida.
Finalmente me sentí en paz al perdonar – pero sólo después de haber recuperado mi autoestima y el respeto hacia uno mismo. __________________________________________________________
Referencias
Luchies, Laura B., Finkel, Eli J., McNulty, James K., Kumashiro, Madoka, (2010). The Doormat Effect: When Forgiving Erodes Self-Respect and Self-Concept Clarity. Journal of Personality and Social Psychology, 98, 734–749.
McCullough, M.E., (2008). Beyond Revenge: The Evolution of the Forgiveness Instinct. Jossey Bass.
McCullough, M. E., Luna, L. R., Berry, J. W., Tabak, B. A., & Bono, G. (2010). On the form and function of forgiving: Modeling the time-forgiveness relationship and testing the valuable relationships hypothesis. Emotion, 10, 358-376.
McCullough, M. E., Kurzban, R., & Tabak, B. A. (2010). Evolved mechanisms for revenge and forgiveness. In P. R. Shaver and M. Mikulincer (eds.), Understanding and reducing aggression, violence, and their consequences (pp. 221-239). Washington, DC: American Psychological Association.
McCullough, M. E., Root, L. M., Tabak, B., & Witvliet, C. v. O. (2009). Forgiveness. In S. J. Lopez (Ed.), Oxford Handbook of Positive Psychology (Oxford Library of Psychology) (2nd ed.). (pp. 427-435). New York: Oxford.
McCullough, M. E., Bono, G., & Root, L. M. (2007). Rumination, emotion, and forgiveness: Three longitudinal studies. Journal of Personality and Social Psychology, 92, 490-505.
McCullough, M. E. (2000). Forgiveness as human strength: Theory, measurement, and links to well-being. Journal of Social and Clinical Psychology, 19, 43-55.
McNulty, J. K. (2008). Forgiveness in marriage: Putting the benefits into context. Journal of Family Psychology, 22, 171-175. Abstract.
Imágenes
Fire Communion Ceremony courtesy of Felix Frances
I am not a doormat! courtesy of keriluamox
Peace Dove courtesy of Cornelia Kopp